En los últimos 6 meses de 2018, más del 15% de la población trabajadora ha sufrido acoso laboral y otro 20% sufre conductas de violencia psicológica de manera habitual en su puesto de trabajo.
A pesar de haber sido reconocido en 2002 por la OMS como un problema de salud pública, la sociedad tiende a justificar estas conductas pensando que son cosas normales, que entra dentro del sueldo aguantar a este tipo de jefes, que no será para tanto… lo que influye en que se viva este problema en silencio, con vergüenza y culpabilidad, además de mucho miedo.
Por otro lado, tenemos que darnos cuenta de que produce un impacto muy importante a nivel social y económico, ya que, entre otras, se van a producir:
- una reducción de la productividad laboral,
- más probabilidad de accidentes laborales,
- bajas laborales intermitentes y continuadas, o
- la pérdida de empleo.
Y no podemos olvidar el impacto que se va a producir en la salud física y mental de la persona que lo está sufriendo con la aparición de reacciones psicosomáticas y problemas psicológicos como depresión, ansiedad, estrés postraumático… Impactos que no solo van a influir en la víctima sino también en su entorno más cercano como la pareja, los padres o los hijos.
En las sociedades de nuestro mundo occidental altamente industrializado, el lugar del trabajo constituye el último campo de batalla en el que una persona puede matar a otra sin ningún riesgo de llegar a ser procesada ante un tribunal. (Heinz Leymann, 1996)
¿Qué es y qué no es el mobbing?
Es importante que sepamos diferenciar lo que ES y NO ES acoso laboral.
Hablamos de mobbing, también conocido como Psicoterror Laboral, cuando aparecen contra una persona conductas hostigadoras (difamaciones, magnificación de errores, recriminaciones, buscar formas de que pierda los papeles…). La víctima sufre estas conductas como mínimo una vez a la semana en un período mínimo de 6 meses con el objetivo de destruirla personal y profesionalmente.
Sin embargo, no hablamos de mobbing cuando hay desencuentros puntuales en el trabajo, hay una mala relación laboral, mucha carga de trabajo…
En el mobbing se dan conductas que, en otras circunstancias, no revestirían excesiva importancia, pero que al aparecer de manera prolongada y sistemática, producen en la persona que lo está sufriendo un deterioro psicológico.
En cualquier empresa existe riesgo de poder sufrir este problema siempre y cuando el despido de la víctima sea difícil, bien porque es un funcionario público, o bien porque debido a su buen hacer profesional haría que ese despido fuera improcedente, lo que saldría muy caro tanto económica como públicamente.
Las víctimas se caracterizan por ser profesionales válidos, honestos, honrados, que suelen ser felicitados por su buen hacer laboral, pero que, para su desgracia, también van a tener adversarios que se sienten amenazados, que tienen envidia, y que las van a convertir en su objetivo, en un intento de tapar sus propias deficiencias.
Sus rasgos más característicos se asocian principalmente a tres tipos de trastornos:
- Psicópatas o de personalidad antisocial
- Narcisistas
- Paranoides
¿En qué consiste el mobbing?
El mobbing transcurre por 5 fases y, es curioso, porque se dan con carácter repetitivo en todos los casos, y, si hay alguna variación entre casos, se centran en lo que respecta a la duración de cada una de las fases.
Estas fases son:
- incidente crítico
- acoso o estigmatización
- intervención de la dirección o de recursos humanos
- solicitud de ayuda especializada externa y diagnóstico incorrecto
- salida de la organización
¿Qué se puede hacer?
Os dejo a continuación una lista con 10 consejos para evitarlo. He seleccionado los que a mí me han parecido más importantes y más fáciles de llevar a cabo.
- Estrategias individuales
- Evitar la negación y llamarlo por su nombre: acoso laboral
- Mantenerse en buena forma física
- Respetar las horas de sueño
- Postergar actividades que produzcan cansancio o estrés suplementario
- Entorno social
- Informar y formar al cónyuge sobre la naturaleza del acoso
- Reforzar o estabilizar la situación económica
- Mantener la red social
- Ayuda profesional
- Solicitar consejo psicológico
- Informar a su médico
- Conocer sus derechos y solicitar ayuda jurídica
La ayuda de profesionales se debe llevar a cabo cuanto antes porque es un proceso largo, en el que recoger pruebas no es tarea fácil, y que puede dejar unas secuelas psicológicas graves.
Además, buscar y pedir ayuda influye también a reducir la sensación de indefensión en la que se encuentra la víctima de acoso laboral.
Os invito a que acudáis a los Encuentros de la Psicología el 9 de mayo de 2019 a las 20:00 horas en el Colegio Oficial de Psicólogos de La Rioja. En este encuentro vamos a abordar este tema con el objetivo de aprender a identificar el acoso laboral y las estrategias psicológicas y jurídicas a seguir.