Los seres humanos pueden alterar sus vidas al alterar sus actitudes mentales (William James).
Las personas que creen que tienen facultad de ejercer control sobre sus vidas son más saludables, más eficaces y más exitosas que aquellos que no tienen fe en su capacidad para llevar a cabo cambios en sus vidas (Albert Bandura).
Esta rama de la psicología se dedica a la investigación, evaluación, diagnóstico, pronóstico y tratamiento de los trastornos emocionales y conductuales, y de cómo nuestras emociones, conductas y estilos de vida afectan a nuestra salud física y mental.
El objetivo primordial es atender a esas condiciones que pueden estar generando malestar o sufrimiento a las personas.
Mi enfoque de trabajo está basado en la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) porque se centra en ayudar a que las personas aprendan a cambiar la forma de pensar y de actuar que hasta este momento no les está funcionando y experimentando cómo esos cambios le ayudan a sentirse mejor y a mejorar sus relaciones de personales.
Es un tipo de tratamientos psicológico basado en la evidencia científica que se centra en el "aquí y ahora" y no en conocer las posibles causas pasadas. Además de focalizar la intervención en el presente se caracteriza por ser terapias con un número de sesiones determinadas y por la aplicación individualizada de protocolos. Ha demostrado ser una terapia útil en el tratamiento de la ansiedad, depresión, pánico, fobias (como la agorafobia o la social), trastornos de la alimentación, trastornos obsesivos compulsivos, estrés postraumático y esquizofrenia. Además, dado que es más eficaz, sus beneficios se mantienen por más tiempo y carecen de efectos adversos. La terapia psicológica es más recomendable que el uso de los psicofármacos, sobre todo en personas con patologías añadidas, medicadas y, en trastornos de ansiedad y depresión (en los casos más graves los psicofármacos son únicamente un apoyo).